He aquí que tenemos este animal,
que debería ser el símbolo de la corrupción.
Hace su aparición (anatolia en
Turquía).
Nunca se imaginaria que se
convertiría en cómplice, de la des fortuna de un país; El país del sagrado
rostro y el divino niño. Llamado Colombia.
Peculiar animal de
características algo chonchas y toscas, la cual ha servido de objeto de burla
para los que tienen algo de sobre peso o mucho en mi caso.
En medio de sus gruñidos o
Chillidos estruendosos y mirada frívola dice “si soy yo quien va amenizar sus
bautizos, primeras comuniones, matrimonios y fiestas decembrinas. Pero no me
detendré ahí ¡.”
¡Seré cómplice de la peor
expresión humana ¡(los políticos).
Hare parte fundamental de las
campañas de ediles, concejales diputados, alcaldes, gobernadores. A demás no me
detendré ahí.
Con mis carnitas, mis muslitos y
cuerpo relleno de arroz y especias que dará un gran sabor a mi ser. Al cual lo
llamaran ¡LECHONA ¡. Me vengare del trato que el humano ha tenido hacia a mí.
Llevando a lo peor de esta tierra
macondiana al poder.
Ya les di a pastrana, Uribe dos
veces y a santos dos veces de igual manera.
Soy la representación del hambre
y la miseria de este indio chimchonbiano.
Que, en medio de su ignorancia,
cambia su voto por 250 gramos de lechona que pesa más que el futuro de un país.
Por : Luis Fernando Gómez
Valencia