Desde hace más de 25 años, sus gentes han venido sufriendo el flagelo de los malos olores generados por el amoníaco y las bacterias que se desprenden de las heces de los animales, que en forma intensiva son explotados en las granjas instaladas en la Hacienda Arizona, propiedad de los hermanos Madriñan, grandes terratenientes de Jamundí, los que otrora fueron propietarios de los terrenos en donde hoy está el barrio La Aurora, antes comuneros. Comunidad que siempre ha resultado ser la más afectada, porque somos como el muro de contención que recibe de primera mano la fetidez que emana de éstas granjas.
Porque en
innumerables ocasiones, las gentes han levantado su voz de protesta en forma
pacífica con cartas, peticiones, tutelas ruegos y hasta oraciones, y todos los
que tienen el poder para arreglar esta situación, han optado por ignorarnos,
haciéndose los pendejos y los de la vista gorda.
Porque en Mayo
6 de 2015, se llevó a cabo un debate en el concejo municipal, con la
participación de varias juntas de acción comunal del sector, el secretario de
salud, el personero municipal, representantes de la avícola Arizona, secretario
de planeación, medio ambiente y la cvc, para tratar a fondo el problema, y
buscar una solución definitiva, y nada pasó. En esta ocasión se recogieron
varios cientos de firmas apoyando el traslado de éstas explotaciones, y la cvc
solo propuso pañitos de agua tibia a través del señor Didier Orlando Upegui, y
sus colaboradores. Éstos pañitos de agua tibia no han funcionado para nada, y
las granjas han seguido haciendo lo que les viene en gana con los habitantes de
media ciudad.
Porque después
de seguir insistiendo, prometieron aplicarle a la mierda de los pollos
perfumitos que mitigaran su hediondez, sembrar maticas aromáticas que cambien
la estructura molecular del aire, haciendo milagros, porque la mierda por más
perfume que se le eche no dejará de ser mierda.
Porque después
de no poder cambiar la rosa de los vientos con perfumitos ni plantas
aromáticas, prometieron utilizar productos químicos que si destruyen las bacterias que producen el mal
olor. Pero resulta que estos químicos son costosos, y entonces es mejor
sacrificar el bienestar de la gente, antes que el bolsillo del capitalista;
para que apliquen estos químicos hay que estarlos llamando, y entonces optan
por hacerse los locos y pocas veces aplican el químico, sin tener en cuenta que
en las horas de la noche no se puede llamar a nadie.
Porque habiendo
interpuesto una acción popular a través del personero municipal para que se nos
restituyeran nuestros derechos, vamos para dos años sin que la jueza se haya
pronunciado.
Porque habiendo
llegado el caso a la misma gobernadora, ésta ordenó a la UES valle, hacer una
reunión con los funcionarios de salud ambiental, la umata, dos funcionarios de
la cvc y la Dar regional , ésta se llevó a cabo el 3 de Mayo de 2016 en la
oficina principal de la UES en Cali, con el objetivo de encontrar vías de solución
a este sentido problema de los pobladores de nuestra ciudad.
Ellos concluyen
que de acuerdo al decreto 2257 de 1986 del ministerio de salud y la ordenanza
departamental 342 del 2012, por la cual se expide el reglamento de policía y
convivencia ciudadana, ambos establecen la prohibición de la ubicación de
explotaciones pecuarias dentro de los perímetros urbanos de los municipios. El
municipio modificó el pbot 32 veces en los últimos años, modificaciones en su
mayoría para construir vivienda, sin que al concejo y a los alcaldes les
importara el problema que a futuro se presentaría, y sin autorización de la cvc, creando confusión,
desorden y múltiples quejas de los ciudadanos por los olores ofensivos generados
en esta hacienda. La comisión concluye, que en aras de la justicia se debe
modificar en el pbot el uso de la tierra de esta hacienda, para que las granjas
sean trasladadas a otros lugares, en donde no causen problemas a la comunidad,
cosa que hasta el momento el alcalde de turno y los señores del concejo han
ignorado deliberadamente.
Porque,
finalmente, y lo más contundente en nuestro favor, el art. 79 de nuestra
constitución establece el derecho a que el Estado le garantice a la población
un ambiente sano, y lo que menos tenemos los habitantes circundantes a esta
hacienda, es un ambiente sano. Como consecuencia del argumento anterior, las
razones esgrimidas por la cvc y los
concejales, de que como consecuencia del plan básico de ordenamiento
territorial, y por estar allí determinada esta hacienda como un área agrícola,
no se puede hacer nada. Pero para
modificarlo, para ofrecer tierra a los constructores, ahí si el alcalde de
turno y los concejales son muy diligentes para modificar a la medida, lo que yo
llamo una colcha de retazos que es en lo que ha quedado convertido el pbot de
JAMUNDÍ. Entiendo que ningún pbot, ninguna reglamentación de organismo alguno
como la cvc, puede entrar en riña con lo establecido en la Constitución, y si
eso se diere, prevalecerá sobre cualquier otra norma “ lo que establezca la
Carta Magna”, además el interés general ( en este caso la población) prevalece
sobre el interés particular ( para el caso los dueños del predio y pollos
bucanero)
Ciudadanos de
Jamundí, porque en Colombia las razones y el bien común de las personas que no
pertenecemos a las élites políticas y corruptas, no son tenidas en cuenta y
menos respetadas por aquellos a los que en un momento de debilidad y de
ignorancia les entregamos el poder, para que nos representaran, y abusando de
esa facultad concedida, hacen que prevalezcan sus intereses mezquinos y los de
sus amigos, es que nos tenemos que levantar para protestar por el atropello del
que hemos sido víctimas durante más de 25 años.
Jac barrio la aurora